Somos un cigarro y su humo.
Yo intento ir hacia ti, atraparte un poquito.
Pero te escapas de mí permanentemente.
Mientras tú existas yo voy a seguir muriendo sin remedio. Me consumes...
Aunque, pensándolo un momento, si eres el humo que sale de mí, habré conseguido ser algo tuyo.
Menudo consuelo idiota...
Eme*
No hay comentarios:
Publicar un comentario