Duermo sola porque no tengo más opciones.
He intentado que mi perro se quede a mi lado, pero, cuando me atrapa Morfeo, vuelve corriendo a su cesto.
Así que duermo sola.
Siempre y cuando no tengamos en cuenta la almohada tendida a mi lado, esa que me da los abrazos que tú ya no me das.
Tú ya no. Porque no soy tuya, no.
Eme*
No hay comentarios:
Publicar un comentario