viernes, 9 de enero de 2015

Niños grandes.

Al igual que no es oro todo lo que reluce, no son hombres todos los seres humanos del sexo masculino.
No hay hombres menores de 27 años. Tal vez tengan un limite en el que sufren una transformación kafkiana.
Mi casting tiene más requisitos que Jordi Hurtado para empezar a envejecer.
Encabezando mi lista de exclusiones, no soy de niños pijos, ricos ni malotes. No se es hombre si uno no puede mantener una conversación más allá de los videojuegos, coches, fútbol y fiestas de desfase hasta el amanecer y más allá. Si enriqueces más tu cuerpo que tu mente, ni te presentes. Y la lista sigue.

Pero no es que yo ponga el listón muy alto, sino que cada vez hay menos hombres y más niños de metro ochenta y barba jugando a ser mayores.



Eme.

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